Asegúrate de que el asiento esté ajustado a una altura cómoda. Cuando te sientes, tus piernas deben estar casi completamente extendidas en la parte inferior del pedal, con una ligera flexión en la rodilla. Siéntate en el asiento y coloca tus pies en los pedales, asegurándote de que estén bien asegurados.
Agarra los manillares con ambas manos, manteniendo los brazos ligeramente flexionados. Inicia el movimiento pedaleando hacia adelante con las piernas, manteniendo un ritmo constante. Usa los brazos para empujar y tirar de los manillares mientras pedaleas. Asegúrate de que tu movimiento sea fluido. Los brazos y las piernas deben trabajar en sincronía; cuando empujas los manillares hacia adelante, debes estar impulsando los pedales hacia abajo y viceversa.